Preparación:
Precalentamos el horno a 200º.
Cogemos la masa de pizza y la estiramos con el rodillo para que quede fina. A nosotros nos gusta estirarlas siempre, aun cuando son compradas. Una vez la hayas estirado, puedes doblar los bordes para que queden crujientes.
Unta el tomate triturado por toda la masa de forma más o menos homogénea.
Añade la cebolleta cortada en juliana y la morcilla vegetal cortada en rodajas.
Mete la pizza al horno colocando la bandeja en la parte baja y déjala unos 15-20 minutos a unos 200º.
Pasados esos 15-20 minutos, la masa estará prácticamente lista. Sácala del horno y añade el rallado con sabor a mozzarella de Violife esparciéndolo de forma homogénea por toda la pizza.
Vuelve a meter la pizza en el horno, esta vez colocando la bandeja en la parte superior y con el modo ‘Grill’. Déjala unos 5-10 minutos para que el queso se funda.
Ya puedes sacarla del horno y darle el último toque: échale unos chorritos de crema de vinagre balsámico en círculos concéntricos para decorar y darle sabor, y esparce la rúcula por encima, acumulando unas cuantas hojas de más en el centro para que quede más vistosa.
¡Bon appetit!